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Cómo evitar lesiones típicas del verano: ¡Entrena seguro bajo el sol! ☀️❤️‍🩹

Elegir el calzado adecuado para cada deporte es fundamental

El verano es la época perfecta para disfrutar del aire libre, practicar deporte y mantenernos activos. Sin embargo, con el cambio de rutinas, el calor y las ganas de exprimir cada minuto, también aumentan las probabilidades de sufrir esas lesiones "típicas del verano".

No te preocupes, con un poco de previsión y siguiendo estos consejos clave sobre calzado, superficies y el impacto del calor, podrás disfrutar de tu actividad física sin sustos.

👟 El calzado: Tu mejor aliado (o tu peor enemigo)

En verano, es tentador usar calzado más ligero o incluso sandalias para todo. Sin embargo, para hacer ejercicio, elegir bien lo que calzas es crucial para prevenir lesiones.

Debes usar zapatillas específicas para cada actividad, porque no todas las zapatillas sirven para todo.

- Para correr o caminar, usa zapatillas con buena amortiguación y soporte que se adapten a tu tipo de pisada. Revisa su vida útil: si ya tienen muchos kilómetros, su capacidad de absorción de impacto disminuye.

- Para deportes de raqueta, baloncesto o actividades con cambios de dirección, necesitas zapatillas que ofrezcan buen agarre lateral y estabilidad para proteger tobillos y rodillas.

- Si vas a hacer senderismo o rutas de montaña, opta por calzado de trekking que sujete bien el tobillo y tenga suela adherente para terrenos irregulares.

- Adiós a las chanclas para ejercitarte: Por muy cómodas que sean, las chanclas y sandalias no ofrecen ningún soporte ni estabilidad. Usarlas para caminar largas distancias o hacer cualquier tipo de ejercicio aumenta exponencialmente el riesgo de torceduras de tobillo, fascitis plantar y tendinitis. ¡Resérvalas para la piscina o la playa!

- Atención a la talla y ajuste: Con el calor, los pies tienden a hincharse. Asegúrate de que tus zapatillas no te queden demasiado justas, lo que podría provocar ampollas o rozaduras. Los cordones deben ir bien atados para evitar que el pie "baile" dentro de la zapatilla.

🏞️ Superficies de entrenamiento: Adaptarse al terreno

El verano nos invita a salir de los gimnasios y explorar nuevos paisajes. Sin embargo, cada superficie tiene sus particularidades y riesgos.

  • Asfalto y cemento (duras): Son superficies cómodas y uniformes para correr, pero también las más duras. El impacto repetitivo puede sobrecargar articulaciones como rodillas, caderas y tobillos.

Consejo: Si entrenas mucho en estas superficies, asegúrate de tener zapatillas con excelente amortiguación. Varía tus rutas e intenta incluir tramos de tierra o césped si es posible para reducir el impacto.

  • Arena (blanda e inestable): Correr en la playa suena idílico, pero la arena blanda es muy exigente para tobillos, gemelos y la fascia plantar. La inestabilidad puede provocar esguinces si no estás acostumbrado.

Consejo: Empieza despacio y en distancias cortas. Es preferible correr cerca de la orilla, donde la arena está más compacta. Fortalece tus tobillos con ejercicios específicos si vas a entrenar a menudo en arena.

  • Césped y tierra (irregulares): Son superficies más blandas que reducen el impacto en las articulaciones. Sin embargo, su irregularidad aumenta el riesgo de torceduras si no prestas atención a dónde pisas.

Consejo: Mira siempre por dónde vas. Presta atención a raíces, piedras o agujeros. Elige zapatillas con buen agarre y que te den estabilidad para evitar resbalones.

  • Superficies mojadas o resbaladizas: Lluvias de verano, piscinas, zonas de riego... Las superficies mojadas son un riesgo de caídas y esguinces.

Consejo: Reduce la velocidad y pisa con cautela. Asegúrate de que tu calzado tenga buen agarre en mojado.

 

🥵 El Calor: Un factor de riesgo silencioso

Las altas temperaturas no solo nos hacen sudar más; también afectan a nuestro cuerpo de maneras que pueden llevar a lesiones si no somos precavidos.

  • Deshidratación y calambres: Con el calor, la pérdida de líquidos y electrolitos es mayor. La deshidratación no solo causa fatiga, sino que también aumenta el riesgo de calambres musculares y tirones.

Consejo: Bebe agua antes, durante y después del ejercicio, incluso si no tienes sed. Lleva una botella contigo. Las bebidas isotónicas pueden ser útiles si el ejercicio es muy intenso o prolongado.

  • Fatiga muscular prematura: El calor exige un esfuerzo extra a tu sistema cardiovascular. El corazón trabaja más para bombear sangre a la piel y enfriar el cuerpo, lo que puede llevar a una fatiga muscular más rápida y, con ello, a una peor técnica y mayor riesgo de lesiones.

Consejo: Reduce la intensidad de tus entrenamientos en los días más calurosos. Si te sientes fatigado, no fuerces; es mejor parar y retomar el ejercicio otro día.

  • Golpe de calor y agotamiento: Son situaciones graves. Síntomas como mareos, náuseas, dolor de cabeza intenso, confusión o piel muy caliente y seca requieren atención médica inmediata.

Consejo: Evita las horas centrales del día (entre las 12:00 y las 18:00 en Valladolid, por ejemplo). Entrena a primera hora de la mañana o al atardecer, cuando las temperaturas son más suaves. Usa ropa ligera y transpirable, y protege tu cabeza del sol.

  • Músculos menos flexibles: Aunque parezca contradictorio, el calor excesivo puede hacer que los músculos se sientan más "laxas" pero a la vez, si no hay una buena hidratación, su flexibilidad real puede verse comprometida.

Consejo: Realiza un buen calentamiento dinámico antes de empezar y estira suavemente al finalizar.

 

¡Disfruta el verano sin lesiones!

En CDO Fitness queremos que aproveches al máximo esta temporada. Recuerda que la clave para un verano activo y seguro es la prevención, la escucha a tu cuerpo y la adaptación a las condiciones. Si sientes dolor, no lo ignores. Consulta con un profesional para evitar que una pequeña molestia se convierta en una lesión mayor.

¡A disfrutar del sol y el movimiento con inteligencia! 😎

cdo
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